¿Cómo calcular las necesidades de refrigeración del centro de datos?
Por: Javier García – Director de Proyectos Critical Facilities
La generación de calor es un efecto secundario normal del funcionamiento de cualquier equipo eléctrico y no es diferente para los equipos de cómputo que se hospedan dentro de los centros de datos. La acumulación excesiva de este calor que generan los equipos puede dañar los mismos equipos y hacer que se apaguen automáticamente. Utilizarlos regularmente a temperaturas superiores a las aceptables acorta su vida útil y obliga a sustituirlos con más frecuencia.
No sólo las altas temperaturas son un peligro.
Un problema que tiene relación con la temperatura es la humedad, si el nivel de humedad es demasiado bajo, puede producirse una descarga electrostática, un flujo repentino de electricidad entre dos objetos que puede dañar los equipos. Y si el nivel de humedad es demasiado alto, puede provocar condensación y la corrosión de los equipos.
Un sistema de refrigeración correctamente diseñado puede evitar estos problemas y mantener el centro de datos a la temperatura y humedad adecuadas. En última instancia, reduce el riesgo operativo de equipos dañados. Las necesidades de refrigeración de los centros de datos dependen de varios factores, como son la potencia calorífica de los equipos y el diseño de las instalaciones.
La Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE) publica directrices sobre las temperaturas a las que puede funcionar un centro de datos de forma fiable.
También proporciona recomendaciones específicas para las diversas clases de equipos. Estas recomendaciones se aplican cuando el equipo está encendido y se aplican a los equipos informáticos, no a los equipos de potencia. Si se tiene una mezcla de equipos, se debe encontrar un rango de temperatura y humedad que funcione para todos.
El calor, que es energía, puede expresarse utilizando diversas medidas, como unidades térmicas británicas (BTU), toneladas, calorías y julios. La producción de calor puede medirse en BTU por hora, toneladas por día y julios por segundo, que equivalen a Watts.
Una vez decidido el rango de temperatura ideal, se determina la producción de calor del sistema para poder calcular la capacidad de refrigeración que se requiere. Para ello, se calcula la producción de calor de todos los equipos informáticos y otros dispositivos como los sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS), los sistemas de distribución de energía y las unidades de aire acondicionado. También incluye la iluminación, las personas, los efectos de la humidificación, la redundancia y el posible crecimiento futuro. Para calcular esto, se debe tener en cuenta la formula especial para cada uno.
Una vez que se determinen las necesidades de refrigeración totales es posible dimensionar con precisión un sistema de aire acondicionado.
En la actualidad hay muchos productos y técnicas diferentes para mantener una temperatura adecuada, los mejores productos dependerán de la carga de refrigeración, la configuración de las instalaciones y otros factores. Por ello, calcular correctamente las necesidades de refrigeración es crucial para el funcionamiento fiable y rentable de los equipos del centro de datos.
Trabajar con expertos en centros de datos como Magnet también hace parte de las estrategias para garantizar la refrigeración óptima de su centro de datos.