Estrategia en la Nube: Decidir entre flexibilidad y escalabilidad
Por: Mónica Quiroz – Gerente Comercial Centro
En el vertiginoso mundo de la tecnología empresarial, la adopción de servicios en la nube se ha vuelto esencial para el éxito de las empresas. Cerca del 94% de las empresas utilizaron estos servicios durante el 2023 y se prevé que esta cifra siga en aumento debido a que la nube ofrece una gama de beneficios como la prevención de pérdidas, el control de calidad y la recuperación ante desastres.
La nube ha transformado el rol de los profesionales de TI. Ahora deben tener experiencia en computación en la nube y tecnologías relacionadas para ayudar a maximizar sus beneficios. También deben comprender la programación y el soporte informático para sistemas en la nube, ya que esto asegura que las organizaciones maximicen los beneficios de la nube y se conviertan en tomadores de decisiones influyentes.
Debido a que la computación en la nube ha impactado significativamente las responsabilidades y funciones de los departamentos de TI es de suma importancia elegir una estrategia adecuada para la salud y el progreso del negocio.
Dos conceptos clave en este ámbito son la flexibilidad y la escalabilidad.
La flexibilidad en la nube representa la habilidad de un sistema para ajustar sus recursos conforme a la demanda, sin requerir intervención directa del usuario. Esta característica proporciona a las empresas la capacidad de adecuar sus recursos de manera dinámica, generando múltiples beneficios.
Entre las ventajas principales se encuentra el ahorro de costos significativos: solo se paga por los recursos utilizados, reduciendo gastos en periodos de demanda baja. Además, esta flexibilidad permite mejorar el rendimiento y la experiencia del usuario al proporcionar los recursos necesarios en el momento adecuado. La capacidad de responder ágilmente a cambios en la demanda representa otra ventaja crucial. Las empresas tienen la capacidad de añadir o eliminar recursos en función de las fluctuaciones, lo cual resulta ideal para aquellas con patrones de demanda impredecibles o estacionales.
No obstante, existen desventajas en el uso excesivo de esta flexibilidad. El riesgo de sobre aprovisionamiento es una preocupación, ya que una gestión inadecuada podría llevar a las empresas a pagar por recursos innecesarios, incrementando sus costos. Además, una dependencia excesiva de la flexibilidad puede conducir a la complacencia en la planificación de capacidad, lo que a su vez puede ocasionar fallos en la asignación de recursos cuando más se necesitan.
Por otro lado, la escalabilidad en la nube representa la capacidad dinámica de aumentar o disminuir recursos de manera manual para adaptarse a cambios en la demanda de forma ágil y eficiente. Este proceso implica una supervisión humana y una atención detallada para ajustar la infraestructura de manera precisa. Sin embargo, a pesar de su flexibilidad, la escalabilidad manual puede conllevar desafíos, como la necesidad de una gestión constante y la posibilidad de errores en la planificación de recursos.
Sus ventajas radican en la capacidad de hacer frente a picos inesperados de demanda, resultando especialmente valiosa para empresas con patrones fluctuantes o impredecibles. Además, ofrece un ahorro significativo al permitir a las organizaciones añadir o eliminar recursos según sea necesario, sin incurrir en costos excesivos asociados con la inversión en infraestructura fija. No obstante, esta adaptabilidad debe ser cuidadosamente manejada para evitar gastos innecesarios o interrupciones en caso de una planificación inadecuada.
La escalabilidad en la nube encuentra su aplicación en escenarios donde la demanda es variable y predecible. Asimismo, se vuelve esencial para empresas con múltiples aplicaciones o servicios, facilitando la asignación eficiente de recursos. A pesar de estas ventajas, su dependencia de la intervención humana puede generar costos adicionales y, si no se gestiona adecuadamente, puede llevar a la subutilización o sobreutilización de recursos, afectando la eficiencia y generando gastos no planificados.
Las empresas pueden beneficiarse al adoptar tanto sistemas flexibles: ideales para cambios a corto plazo, como escalables, adecuados para aumentos de demanda a largo plazo.
Al seleccionar una estrategia de nube, es crucial considerar cinco aspectos clave:
- Identificar las aplicaciones y cargas de trabajo que se alojarán en la nube y cumplir con los requisitos de cumplimiento normativo.
- Revisar la seguridad, garantías de tiempo de actividad y soporte al cliente ofrecidos por cada proveedor.
- Evaluar los costos asociados con las ofertas de cada proveedor, incluyendo costos ocultos como tarifas de transferencia de datos.
- Determinar si se cuenta con la experiencia necesaria para gestionar la solución elegida o si se requiere apoyo adicional.
- Analizar y comparar las capacidades de cada solución para determinar la que mejor se ajuste a las necesidades empresariales.
La elección entre flexibilidad y escalabilidad dependerá de las necesidades y demandas específicas de cada empresa. En Magnet, comprendemos la importancia de esta elección y no solo nos centramos en ofrecer soluciones en la nube, sino en entender a fondo las necesidades únicas de cada negocio.